José Luis G. Cáceres

Presentación del Poemario:
“Versos Dolidos. Auschwitz Birkenau. Los límites del hombre”
José Luis González Cáceres nos presenta su Poemario:
“Versos Dolidos. Auschwitz Birkenau. Los límites del hombre” . El evento se celebró en un lugar emblemático de Sevilla: El patio con escenario del Museo del Baile Flamenco. El acto estuvo conducido por la poeta de Noches del Baratillo, Araceli Ramos y el propio autor, actual presidente de la misma Institución. Como complemento a la escenificación del acto, muchos de los participantes vistieron unas camisetas especiales como puede apreciarse en las fotografías, negras, simbolizando el dolor y con un balazo señalizado en el corazón. Abrió el acto el director del Museo, Kurt Grötsch, con unas muy interesantes palabras llenas de emotividad y de análisis crítico histórico por la trascendencia que suponía la nacionalidad alemana del interviniente.Posteriormente fueron interviniendo el prologista, el Dr. Epifanio Lupión, insigne académico además de un gran poeta (sonetista) y un experto en guitarra española. En su interesante intervención debo destacar su soneto. Salieron al escenario para resaltar su labor en el Poemario, la ilustradora María Sabater, que aparece en una de las fotos y el editor, el también poeta Manuel Márquez Villamanrique con su editorial La mano que escribe. Es interesante destacar la historia relatada en la Nota del editor que en el libro, como elemento simbólico, se puede leer también en idioma polaco. Importancia tuvieron las opiniones elaborados por personalidades del mundo socio cultural sevillano a los que el autor había entregado previamente el libro y les había pedido un comentario. En el documento “Comentarios colaboradores” es posible acceder a estos interesantes textos, cuyos autores cito con absoluta satisfacción: Emilio Carrillo Benito, Pedro Ruiz-Berdejo, Manuel Moreno Alonso y Jacinto Zulueta. El momento culmen del acto llegó con la asociación de música y poesía. El autor eligió una música innovadora, moderna y simbólicamente marginal: El Rap. El consolidado músico y compositor Gustavo Olmedo al piano y el joven rapero dominicano Carlos poniendo la entonación y la voz, nos hicieron pasar unos momentos inolvidables que se pueden recordar pulsando en los videos que se indican a continuación: Poema 1 a ritmo de Rap, relativo al poema “He visitado Polonia con desgana” o el video Poema 2 a ritmo de Rapque lleva por título “Un color, el gris ceniza”. También es aconsejable escuchar la interpretación pianística de Las Valquirias, de Richar Wagner, ofrecida por Gustavo Olmedo. Para finalizar, el propio autor recitó dos poemas del tercer capítulo del libro, el titulado ·”El Dolor y la Con(s)ciencia”, ambos de gran contenido conceptual: “Estoy en trámites de separación con la belleza” y ·”Cuando hable la Poesía”.
Las Valquirias, de Richard Wagner
Nota del Editor
Le conocí. Tuve la gran suerte de conocer a un superviviente de aquel horror…
Su nombre: Giorgio Modi (Florencia 1920- Madrid 2004).
El Nonno jamás hablaba del tema, pero sus ojos gritaban. En los días calurosos de verano, tanto en Madrid o cuando venía a Villamanrique de la Condesa (Sevilla), aun después de muchos años de aquello, tenía que dormir con muchas mantas, la memoria del frío se quedó a vivir en él para el resto de sus días, pero también la bondad, la nobleza, una sonrisa pequeña, perpetua en su rostro y, sobretodo, el amor por cada sorbo del gran regalo: la vida…
Sólo daré un dato: Salió con 32 kg de peso, después de dos años en los campos de concentración; su altura era: 1,85 cm…
Casi siempre pensamos que esas cosas solo les suceden a los demás, pero se nos olvida que somos los demás de los demás…
Gracias, José Luis Gonzales Cáceres, por dejarme poner mi granito de arena en este tu proyecto literario, donde no dejas nada suelto, donde cada palabra tiene su razón de ser, donde no hay que tener prisa alguna ni en la lectura ni en la búsqueda de los mensajes directos o subliminares de las fotografías.
La humanidad es rica en mala memoria…
Verecundia victimarum
Pedro Ruiz Berdejo. Abogado. Vicepresidente Fundación Blas Infante
Comentarios tras la lectura del Poemario
Por Pedro Ruiz Berdejo. Abogado. Vicepresidente Fundación Blas Infante
Querido amigo.- Al llegar ayer a mi casa me encontré el regalo anunciado de tu nuevo libro “Versos Dolidos”, que he leído de corrido pues, como sabes, tuve la ocasión de conocer el tema al haer tenido en Auschwitz internado a un hermano de mi tía Ría, polaca y esposa de un hermano de mi padre, que perdió la vida en el referido Campo de Exterminio por el único motivo de tener algo de sangre judía, motivo suficiente para ser vilmente asesinado.
Creo que es un gran libro que sirve de campanada para que no se vuelvan a repetir hechos tan horribles y muy oportuno en estos momentos de inseguridad en que vivimos y que nos sirve para vacunarnos de la existencia de los microbios que aún perviven y puedan llegar otra vez a intentar dominarnos como en aquella nefasta época. Muy agradecido y ofreciéndote mi colaboración en la presentación oficial, recibe un fuerte abrazo de tu buen amigo.
Por Emilio Carrillo Benito. Catedrático. Filósofo y humanista.
Versos dolidos, regados de compasión,
que brotan como olivos retorcidos
de la mente que se interroga:
¿cuál es la razón verdadera de la tortura, el exterminio, la aflicción?
Poemas fraternales, plenos de emoción,
que manan cual manantial inefable
del corazón que se pregunta:
¿qué motivo trascendente ostentan la masacre y los campos de concentración?
Vivencias radicales que ponen a prueba desde el sentimiento
los límites del hombre uno y la Humanidad entera.
La banda ancha de la experiencia humana
llevada al extremo del más horrendo sufrimiento. Nadie sufre más de lo que puede aguantar, susurra la ciencia.
Noche oscura amable más que alborada, recuerda San Juan de la Cruz.
El Elegido canta: lo terrible se aprende enseguida; lo hermoso, cuesta la vida.
Todo, sin excepción, tiene un sentido profundo, explica la Consciencia.
Auschwitz zarandea la estulticia y despierta al que busca comprender.
José Luis comparte con nosotros desde su esencia, coherencia y talento.
Su creatividad te alienta a ir más allá de la mente, el lenguaje y el tiempo
para discernir… entender… “ver”.
Observa y contempla todo con admiración:
la Vida es el Milagro y siempre es amorosa.
Confía en ella, pegue o bese.
Y, desde la Confianza, practica la Aceptación… Vive sin quejas, con entusiasmo, en un rotundo sí a la existencia:
¡todo es exactamente como corresponde que sea!
La Libertad es la completa ausencia de miedos
y la carencia de temores diluye todas las prisiones, cualquier resistencia.
Fluye en el Río de la Vida, en su línea de flotación,
con la cabeza bien alta y a pecho descubierto.
Comprobarás, cuando vuelvas atrás la mirada,
que tú eras lo único inquieto en el Cosmos y la Creación. Gracias, José Luis, por llevarnos de la mano
para que nos conozcamos a nosotros mismos
y para que nos reconozcamos
visitando la historia tormentosa dejada por el ser humano.
Por Manuel Moreno Alonso. Catedrático. Historiador.
“VERSOS DOLIDOS”.- He leído con sumo gusto el poemario de José Luis González Cáceres dedicado a la barbarie nazi representada por los campos de Auschwitz-Birkenau. Sus Versos dolidoslos he interiorizado con parecida congoja a cuando en dos ocasiones he visitado esa topografía del horror que tan bien ha descrito su autor como “el volcán remanente de la insidia”. Sus versos nos descubren también numerosas preguntas sin respuesta que se produce cuando habla la poesía sobre el hombre, la verdad, el tiempo, la justicia e incluso Dios. Gracias, José Luis, por alentarnos sobre la condición humana, que sigue su cauce en ese río de “cauce bravío” que no sabemos a dónde puede conducirnos.
Por Jacinto Zulueta. Presidente de la Asociación Mácula Retina.
Queridísimo José Luis: Gracias por ayudarme a recordar a personas muy queridas que sobrevivieron a uno de los episodios más ignominiosos de nuestra historia. Y si yo, que conocí a algunos supervivientes y a sus familiares y las traté de cerca, casi los tenía olvidadas, que será de aquellas personas que no han tenido un contacto directo con el testimonio de la barbarie.
Por eso, por tu calidad humana, por tu sensibilidad, y por tu poesía te doy un fuerte abrazo. La memoria, la solidaridad, el homenaje, el recuerdo entrañable de tantas vidas perdidas hoy es posible gracias a tu humanidad y a tu talento. Muchas gracias.
He visitado Polonia con desgana
He visitado Polonia con desgana, sabiendo que iba a ser presa del delirio, en la Cracovia imperial y masacrada por las ideas magnicidas del fascismo. Disculpad que abandone la rima que asocio a ataduras o a belleza, a humanidad o a estilismo, y me establezca en la mirada absorta, en el grito de estupor, en la repulsa estructurada, en la vergüenza consecuente. Con la respiración entrecortada, la mirada esquiva y los pensamientos yertos, me convertí en borrego de visita, uno más de los miles que desean acercarse a la Historia para dejar de soñar estupideces. En Auschwitz no es solo lo visible, dramática realidad estructurada, lo que hace vomitar sentencias, son las ausencias de entropía humanitaria las fábricas de dolor, las inteligencias corroídas, los credos engreídos de grandeza, los que impregnan el aire del recinto. Palabras que habitan, como tantas, en el Diccionario de la Lengua: holocausto, genocidio, exterminio, se airean en aquel entorno de realidad e impregnan de óxido su significado. Construido con ladrillos de muerte, Auschwitz simboliza la repulsa del distante. El odio al servicio de la obediencia, de la precisión y de la extravagancia. Ser judío o polaco o no ario o no blanco, fueron símbolos de nulidad y desprecio. Descarnado escenario sobre infames recuerdos. Fuerzas orgullosas del desequilibrio humano. Obediencias de lava destruyendo inocencias. Uniformes de nieve despreciando quejidos, liberando su instinto inhumano, depredador. Rincones marcados por suspiros solitarios. Llamadas estridentes a las crueles sorderas. Con el miedo y la ausencia en perpetua compaña. Martirios silenciados con mordaza gaseosa. Las tempranas vejeces reprochando la vida. La desnudez como único envoltorio. La hipocresía humana justificando conductas, mintiendo a la Historia, tratándola de títere. Esto anuncia el letrero a la entrada del Campo, con irónicas letras borrachas de indolencia: “El trabajo os hará libres” Doctrina justificante. Hipocresía vengadora. Contradicción insultante. Insulto a la inteligencia.
Un color, el gris ceniza.
Un color: el gris ceniza. Un olor: tierra quemada. Un sabor: la hoja de espino. Una ilusión: la mentira. Una esperanza: la muerte. Una pregunta: ¿por qué? Una posibilidad: mañana. Un placer: la cobardía. Un ideal: la venganza. Un pensamiento: no existo. Una contradicción: la vida. El amor: una teoría. Una temeridad: la huída. La pereza: un imposible. La generosidad: un reto. El sol: testigo cósmico. La alegría: un don oculto. La inocencia: una entelequia. Un insulto: una mirada. Una sonrisa: un misterio. Una tragedia: un segundo. Una idiotez: la poesía. Un líquido más: la sangre. Los pelos: materia prima. La desnudez, una forma de vestir. Las caricias, las del aire. Cada esquina, un cuerpo angosto. El alma humana: historietas. La obediencia: religión. Una comida: la hierba. Un corazón: un despojo. La raza: una bandera. Religión: el uniforme. La justicia: una quimera. Lo trascendental: los sueños. Gas ciclón: un pasaporte. La intolerancia: un precepto. La dignidad humana condenada a ser lodo de las ansias de los que quisieron ser Dios.